martes, 30 de septiembre de 2008

Uvas




La Zorra y las uvas

Es voz común que a más del mediodía
en ayunas la Zorra iba cazando;
halla una parra, quédase mirando
de la alta vid el fruto que pendía.
Causábala mil ansias y congojas
no alcanzar a las uvas con la garra,
al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó y anduvo en probaduras,
pero vio el imposible ya de fijo.
Entonces fue cuando la Zorra dijo:
"No las quiero comer. No están maduras".
No por eso te muestres impaciente,
si se te frustra, Fabio, algún intento:
aplica bien el cuento,
y di: No están maduras, frescamente.

F. M. de Samaniego

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Son incribles os mecanismos de defensa que inxeniamos pra esconder as nosas"cousiñas".O meu amigo Ramón(coma raposa)ten un problema de altura e cando ve unha moza alta e bonita sempre di:nada de nada,a muller coma sardiña canto máis pequena máis sabrosiña.Hai anos que lin o libro das uvas,inesquezible pola crudeza e miseria dos personaxes.
O

busto.agolada dijo...

wtxfqafu

busto.agolada dijo...

Gorentosas qu están as uvas pero a in desde aquí, desde o ordenador pásame como a raposa que mellor penso que non están maduras.
Un saúdo e perdoa o comentario anterior que me reproduciu a palabra que verifiquei

Anónimo dijo...

Ola.
Escribín no Jújel a secuencia uva-zorra, a ver qué aparecía... E apareceu esta versión tan contemporánea da vella fábula:

Se supone que yo soy la mujer del zorro (que queda más fisno) (lo otro suena más fuerte) (y una es probe peronrá). Mi piso son las uvas. Me explico: es pequeñito, tiene una vieja loca como vecina, el edificio ya tiene sus añitos...

...Y vino la bruja mala del norte en forma de embargo por letra impagada del banco y la mujer del zorro se tuvo que ir a vivir con sus padres.

...Argh... ¿dónde está el hada madrina?

Anónimo dijo...

Estou de acordo no dos mecanismos ou trampas psicolóxicas aos que recurrimos.
É certo que ás veces os seres humanos, en momentos de dificultade, ante situacións de medo e inseguridade, adoitan reaccinar con ira e sacar á luz as súas miserias ata perder a dignidade. Segue acontecendo.
Cando fotografiei estas uvas, estaban realmente verdes. Hoxe, precisamente, acabo de comprobar que están deliciosas. De pasar por alí a raposa si que marcharía enrabiada...
En principio, o enlace para estas fotos era de tipo informativo-gastronómico. No último momento, non sei por que, cambiei de idea (ou si o sei). Se na fábula tradicional había humor e ironía, nesta tamén. Eses dous ingredientes eran os que eu quería plasmar aquí, esta vez.
Saúdos.