viernes, 14 de agosto de 2009

Buracos


Los agujeros de la memoria normalmente son abiertos por el taladro del olvido. […]
Nos pasamos la vida creando y perdiendo memoria. Como el pasado, a medida que pasan los años, crece en espacio, lo recordado también debería crecer. Sin embargo, gracias al trabajo tenaz del olvido, el pasado se va reduciendo y apenas nos deja unas pocas señales para que sepamos quiénes fuimos y también quiénes somos.
Los agujeros de nuestra memoria también nos permiten atisbar a otras memorias, que a su vez nos atisban desde sus propios agujeros.
Después de todo, el que sigue creciendo es el infinito y por eso no tiene fin.
Mario Benedetti. Vivir adrede.

5 comentarios:

neves dijo...

Haberá sempre o burato para mirar atrás, un oco que encher,...

Anónimo dijo...

Unha casa con número máis letra
4B??
" Olvidarte será fácil te lo digo
es cuestión de olvidar
que he nacido".O

lorena dijo...

El recerdo es el único paraíso del que no podemos ser espulsados.

Espido dijo...

EMPANADA

Aura dijo...

É a vantaxe que teñen os ocos: se nos interesa podémolos encher ou recordar e se non, podemos facer ciruxía e esquecer.