Algo en mi sangre en que tu voz aún suena.
Pero no. Inútilmente yo te llamo.
Aquella voz que te llamaba es ésta.
Ven hacia mí. Mis brazos crecen, huyen
donde los tuyos la mañana aquella.
Ven hacia mí. La tierra toda oscila,
se mueve, cruje. Vístete. Despierta.
Oh, qué encendida el alma
en su secreto puro, si vinieras.
Sin esperanza, entre la luz del día,
mi voz te llama.
El eco. La respuesta.
Carlos Bousoño
Carlos Bousoño
3 comentarios:
Amiga,aunque lejos,
Te llevo siempre en mi mente y corazón.
Siempre estaras presente.
Muy pronto inesperadamente,
nos encontraremos otra vez.
Amiga,amiga mia del corazón.
Solitario, branco e negro.
Deste xeito tamén eu sigo agardando o que, pola miña condición, sei que non me corresponde.
Neves, ás veces non chega o que agardamos e o que non esperamos chega. Así é a vida...
Imaxino que a eses versos lles preceden estes:
"El tiempo creció nuestra amistad.
Me consolaste cuando estuve triste.
Me acompañaste en situaciones difíciles.
Compartimos risas y llantos.
Cuando estuve a punto de caer,
me sustentaste,"
Equivócome?
Grazas por detervos nesta casiña.
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